10 – Inspección diaria de los pies. Es importante estar pendientes de nuestros pies. Si tienes lesiones hiperqueratósicas (callos), lesiones interdigitales, problemas con las uñas (uñas encarnadas), dolor en una determinada zona del pie… es necesario que acudas a tu podóloga/o para que te ayude con el problema y darle una posible corrección.

9 – Corte recto de uñas. No conviene “redondear” los extremos ya que si hacemos esto podemos favorecer la encarnación de la uña (mediante la ruptura de la uña se genera una espícula -pico-). Ante un borde muy prominente es recomendable limar la uña por los laterales, y que así no puedan dañar la piel. No recomendamos cortar las uñas el mismo día de la carrera.

8 – Hiperhidrosis. Si existe un exceso de sudoración conviene detenerlo. Para ello podemos utilizar polvos, lociones, antitranspirantes, fórmulas magistrales… Póngase en contacto con su podólogo/a y le sabrá aconsejar. El tener demasiada humedad puede conllevar a que la piel se lesione y/o aparezcan infecciones (hongos, uñas, verrugas…).

7 – Hidratación. En pies muy secos, es importante una buena hidratación de la piel para hacerla resistente a fricciones y/o impactos. Por eso es importante realizar una hidratación diaria de los pies. En caso de carreras o entrenamientos “largos”, donde los pies vayan a sufrir mucho, aconsejamos hidratar muy bien los pies 30-50 min antes de la carrera, anti-rozaduras o usar vaselinas específicas, sobre todo si hay problemas recurrentes con ampollas. Importante también controlar calcetines.

6 – Calcetines. Hoy en día existe una gran variedad de calcetines para corredoras y corredores con precios bastante asequibles. Recomendamos la utilización de calcetines técnicos propios de la disciplina, en este caso la carrera. Lo que debemos tener en cuenta es que estén fabricados con fibras naturales para facilitar transpiración. En muchos casos nos interesan sin costuras y/o bien reforzados en zonas donde se produce más roce.

5 – Calzado. No se recomienda comprar zapatillas más grandes respecto a la talla que utilizamos, esto es tan malo como comprarlas demasiado pequeñas. En el primer caso el pie no tiene la sujeción necesaria dentro del calzado, pudiendo provocar ampollas en piel o ampollas/hematomas subungueales. En el segundo puede aparecer hiperqueratosis u otras compensaciones por llevar el pie demasiado prieto. A la hora de comprar un calzado recomendamos probarlo al final del día y en los dos pies, ya que estarán fatigados y habrán aumentado de tamaño. También es importante ver características técnicas de la zapatilla y consultar, ante cualquier duda, a tu podóloga/o. Ojo con el desgaste del calzado. Es importante también revisar que se ajusta a la práctica deportiva.

4 – No estrenar en una prueba. Nunca aconsejamos estrenar una zapatilla o una ortesis plantar (plantilla ortopédica) en una carrera. Siempre hay que estrenarlas en entrenamientos cortos, observando qué ocurre y cómo nos sentimos para tener la oportunidad de retirarla si fuese necesario.

3 – Ajuste de los cordones. Cuando estés a punto de comenzar un entrenamiento o una carrera ajusta de nuevo los cordones, es posible que se hayan aflojado después de hacer el calentamiento. Es importante que pie-zapatilla o pie-plantilla-zapatilla sea un bloque, que no se produzca ningún desplazamiento. También puedes jugar con el cordaje. Si tienes un empeine muy elevado puedes cambiar el cordaje habitual por uno alternativo saltando algún ojal de por donde debería ir la cordonera.

2 – Dolor de pies tras una prueba de larga duración ¿Es normal? Es normal. Si has logrado terminar un entreno largo o un maratón es posible que después de tanto esfuerzo tengas molestias en los pies, alguna ampolla o alguna uña con hematoma. Si el dolor está fuera de lo “normal” o se prolonga en el tiempo, recomendamos que visites a tu podólogo/a. Si crees que está dentro de las lógicas consecuencias del esfuerzo realizado te recomendamos que hagas baños con agua fría y mantengas los pies en alto durante unas horas.

1 – Estudio biomecánico. Si aparecen dolores en cadera, rodilla, tobillo, dorso o planta del pie, recomendamos que pidas cita para un estudio biomecánico. En este tipo de estudios se valora el cuerpo como un todo buscando el motivo de ese dolor, o de la lesión concreta… tratamos de eliminar la sintomatología y llegar al fondo del por qué se produce la patología. El/la podólogo/a en este caso decide si hay que hacer un tratamiento con ortesis plantares (plantillas ortopédicas), ejercicios + ortesis plantares, tratamiento fisioterapéutico complementario, etc. En muchas ocasiones es necesario un trabajo multidisciplinar.