¿Tienes dudas sobre el virus del papiloma humano?

¿Tienes dudas sobre el virus del papiloma humano?

Son muchas las preguntas que surgen en nuestra consulta sobre el virus del papiloma humano (VPH) y sus consecuencias, y también muchos los mitos que existen al respecto. Os animamos a consultarnos cualquier aspecto que os preocupe.

¿Qué es el VPH y qué pasa si me contagio?

Existen más de 100 tipos de virus VPH de la misma familia pero con características distintas. Algunos de ellos son los responsables de las verrugas comunes en la piel, otros producen verrugas genitales, y otros distintos están relacionados con cáncer y lesiones premalignas de cérvix o cuello uterino, vulva, ano, pene o cáncer oral (son los llamados VPH de «alto riesgo»). Por lo tanto el tener verrugas NO nos provoca cáncer.

Hasta un 80% de la población ha contraído o contraerá alguno de los tipos de VPH en algún momento de su vida, pero en la mayoría de los casos el sistema inmunitario hace desaparecer la infección sin consecuencias, o permanece durante años sin ocasionar problema alguno y síntomas.

¿Cómo puedo contagiarme?

Se transmite por contagio sexual (oral, vaginal o anal) a través de contacto con la piel genital afectada, por lo que no es exclusivo de parejas heterosexuales ni es necesario que exista penetración. El preservativo no protege completamente contra la infección, pero disminuye el riesgo de contagio. Así mismo, es posible contagiarse aunque tengamos sólo una pareja sexual, pero el tener múltiples parejas aumenta el riesgo.

Es imposible determinar cuándo hemos contraído la infección, por cuánto tiempo estamos infectados y quién nos la ha contagiado, ya que puede permanecer latente o «dormido» durante meses o años y reaparecer en cualquier momento.

¿Si tengo un tipo de «alto riesgo» desarrollaré un cáncer?

Lo más probable es que NO, ya que aunque la infección por VPH es necesaria, no es suficiente y en la aparición de un cáncer contribuyen otros muchos factores.

¿Existe tratamiento para el VPH una vez que se contrae?

No existe tratamiento para eliminar el virus del organismo, pero sí un manejo para las lesiones que pueda producir y que se detectan con los controles periódicos de citología, única medida eficaz contra el cáncer de cuello uterino.

¿Debo vacunarme?, ¿es seguro vacunar a mis hijas?

Las vacunas contra el VPH son seguras y eficientes para prevenir la infección, y se recomienda la vacunación a todas las niñas entre 11 y 14 años, y en mujeres hasta los 26 años, teniendo en cuenta que tras el inicio de las relaciones sexuales la vacuna puede no ser tan eficaz. NO protege frente a todos los tipos de VPH, por lo que debemos continuar con las revisiones ginecológicas periódicas aunque estemos vacunadas desde la adolescencia.

Yo no tengo relaciones sexuales desde hace años, ¿debo hacerme las citologías?

El virus puede permanecer en el organismo años, y puede tardar hasta 20 años en desarrollar un cáncer, por lo que las mujeres que han tenido relaciones sexuales, deben seguir realizándose sus citologías aunque ya no las tengan.

¿Puedo quedarme embarazada?, ¿puedo contagiarlo a mi hijo?

Tener VPH no interfiere con la fertilidad. Se recomienda tener los controles de citología al día, para diagnosticar cualquier alteración antes de que se produzca el embarazo.

La probabilidad de contagio para el recién nacido durante el parto es muy pequeña, y en caso de que sucediese, el sistema inmunitario del bebé lo eliminaría. En casos excepcionales el bebé podría desarrollar verrugas laríngeas. La presencia de VPH no es razón para practicar una cesárea, tampoco si presentamos verrugas genitales, ya que la cesárea no disminuye el riesgo de transmisión, salvo que las verrugas sean tan grandes que obstruyan el canal del parto.

¿Puedo seguir teniendo relaciones sexuales?

Puedes continuar teniendo relaciones sexuales con normalidad, aunque se recomienda el uso del preservativo, sobre todo si no tenemos pareja estable.

¿No puedo hacer nada para eliminar más rápido el virus?

El tabaquismo se ha relacionado con la persistencia de VPH, por lo que se recomienda el abandono del hábito tabáquico.